Por Daniel Reyes
Bonao. La comunidad de Los Arroces vivió una noche cargada de emoción y esperanza con la iluminación oficial del play local, un acto encabezado por el senador y artista de Bonao, Héctor Acosta (El Torito). Dirigentes deportivos y comunitarios agradecieron profundamente el gesto del legislador, resaltando su compromiso constante con el desarrollo de su pueblo.
Durante el acto, El Torito pronunció un discurso lleno de sentimiento, gratitud y fe, recordando sus raíces y su conexión especial con la comunidad. El senador inició sus palabras dedicando el momento a Dios: “Toda la gloria y la honra es para Dios”, expresó con firmeza.
Aseguró que, aunque a menudo es llamado “honorable senador”, ese título le pesa porque sigue sintiéndose como un hijo más de Los Arroces. “Yo soy de aquí. Y antes de ser político, como figura conocida del país, también me correspondía tomar decisiones como estas”, manifestó.
El legislador recordó uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando en 2024 enfrentó un diagnóstico de cáncer mientras se encontraba en Miami recibiendo quimioterapia.
Contó que, desde allí, veía por redes sociales cómo comunitarios protestaban sembrando plátanos en la carretera durante su construcción. “Y yo allá recibiendo quimio, y decía: qué cosa tan grande que la gente no entienda que el reloj más perfecto lo tiene Dios”, relató.
Acosta reflexionó sobre la importancia de la paciencia y la fe:
“Aprendamos a esperar las cosas con fe, pero en el tiempo de Dios. No es el que yo quiero ni el que ustedes quieren, es el que Él decida”.
En ese sentido, expresó que la iluminación del play no se realizó antes porque simplemente “Dios decidió que fuera en octubre”.
El senador también se comprometió públicamente a continuar apoyando la mejora del espacio deportivo. Anunció que las gradas serán construidas cuando llegue el momento indicado: “Yo me comprometo aquí, ante Dios, a que esas gradas estarán cuando Él diga ‘Torito, este es el día’”.
Entre anécdotas y recuerdos de su infancia en los callejones del sector, celebró junto a la comunidad un momento histórico: ver el play iluminado por primera vez en más de treinta años. “¿Ustedes no creen que es motivo para que el corazón lata más fuerte? Yo me siento feliz, y espero que ustedes también”, dijo.
Acosta pidió a la comunidad cuidar y valorar la obra, dejando claro que su aporte no tiene tintes políticos:
“No lo vean como un acto político, sino como algo que hace un ciudadano de aquí, que puso su palabra en riesgo y la cumplió”.
El acto cerró con un mensaje de unidad entre todos los residentes, sin distinción de partidos: “Somos de aquí todos, y todos tenemos derecho a usar esto con honestidad.
Que Dios les bendiga”.
El senador concluyó prometiendo que su próxima visita será para disfrutar un juego, y la siguiente, para inaugurar las nuevas gradas del play.
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