Como si fuese una prioridad para la sostenibilidad de la sociedad, el Diputado del Partido Revolucionario Moderno, PRM, Orlando Martínez, ha optado por llevar la intranquilidad al municipio de Bonao, tan sólo porque sientes sus intereses económicos afectados.
Las Bancas de Loterías, es una especie de industria generadora de divisas la que a la vez, genera cada día pobreza y desgarradoras situaciones en los hogares dominicanos, por lo que no deben imperar razones algunas para que el diputado Orlando Martínez, quién a la vez, no tiene calidad moral para asumir tal lucha pués en los tribunales reposan acciones suyas de evasión de impuestos de cientos de sus bancas de lotería.
En defensa de sus intereses empresariales y económicos logrados a través de la ilegalidad, el diputado Orlando Martínez, busca utilizar a una población no sólo pobre de intelecto sino, de pobreza social, para con un pago de dieta o del día, utilizarlos de escudos a favor de su causa personal para intranquilizar la sociedad a la vez, vender falsa ideas, cómo decir que el coronel, Tejada Mena, viola conceptos legales.
Mostrado quedó en las declaraciones dadas por sus voceros, durante el piquete en frente de la Dirección Regional Cibao Sur, el piquete buscaba la alteración del orden público, pués según Frank Moreta, asesor legal de Lote Dom, el mismo no iba dirigido al coronel Tejada Mena, sino, a los Ayuntamientos de Juma Bejucal y al del Municipio de Bonao, quienes no ejecutaron el mandato del Ministerio de Hacienda.
Legales o ilegales, las Bancas de Loterías, resultan ser fábricas generadoras de pobreza, por lo que es necesario, que el diputado reflexione sobre las cosas que en realidad debe cambiar el estado para que el país siga el curso del progreso.
Frenar esas señales de acumular riqueza a costa de los menos pudientes, en un país, libre del acceso empresarial, no puede ser posible y que esto salga de la cabeza de un diputado cómo Orlando Martínez, conocedor de las leyes laborales y empresariales no se justifica
Que éste busque ser el único con un sistema de desangre del presupuesto diario de cada hogar y encima de eso, también busque quedarse con el salario de sus trabajadores mostrando evidente robustez, como si fuera una ironía, duele e indigna.
Por Carlos Brito
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