BONAO.- En un contundente gesto de solidaridad, diversas organizaciones populares se reunieron este domingo en el municipio de Maimón para manifestar su apoyo a los campesinos de la zona, quienes fueron violentamente reprimidos por agentes policiales la pasada semana al resistirse a un intento de desalojo ordenado por la minera Barrick Pueblo Viejo.
Durante la asamblea, se acordó la realización de una marcha este miércoles 22 de enero hacia las instalaciones de Barrick Pueblo Viejo, con el objetivo de expresar el rechazo de las comunidades afectadas al desalojo y a los proyectos mineros que amenazan sus tierras. Representantes de movimientos populares de distintos pueblos y varios sacerdotes comprometidos con la causa anunciaron su participación activa en la protesta.
El sacerdote Johnny Durán, quien resultó herido en la frente durante una protesta pacífica en Arroyo Vuelta, Tres Bocas y comunidades cercanas, compartió detalles del incidente que ha conmovido a la opinión pública. “Fue un ataque que rompe el corazón del más indolente”, expresó el religioso, director de la pastoral para el medio ambiente de la Diócesis de La Vega. Durán relató que la agresión ocurrió mientras intentaba mediar con los agentes policiales para evitar el uso de bombas lacrimógenas cerca de las viviendas de los manifestantes.
Los campesinos de La Zambrana de Cotuí y otras comunidades afectadas han denunciado la instalación de una presa de cola por parte de Barrick Pueblo Viejo, que implicaría el desalojo forzoso de familias que durante generaciones han habitado estas tierras. Las tensiones aumentaron la semana pasada cuando agentes policiales y militares llevaron a cabo un operativo en el que varias personas resultaron heridas, incluyendo al sacerdote Durán.
“No vamos a permitir que nos arrebaten nuestras tierras. Este es un atropello que afecta no solo a nuestra comunidad, sino al medio ambiente y la dignidad de nuestro pueblo”, declaró un representante de los campesinos durante la asamblea del domingo.
La marcha del miércoles se perfila como un evento masivo y pacífico que buscará visibilizar el descontento de las comunidades y presionar a las autoridades para que detengan los desalojos. Las organizaciones participantes han llamado a la sociedad a unirse en defensa de los derechos de los campesinos y la preservación del medio ambiente.
El conflicto con Barrick Pueblo Viejo sigue generando controversia y pone en el centro del debate público la lucha entre las comunidades locales y los intereses de la minería a gran escala en la región.
Por Daniel Reyes Lucas (Periodista)
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