En este Día Internacional contra el Trabajo Infantil, hago un llamado urgente y profundo a toda nuestra comunidad y a nuestras autoridades. Reflexionemos sobre el devastador impacto que el trabajo infantil tiene en nuestros niños y en el futuro de nuestra sociedad.
No podemos permitir que sean víctimas de la explotación laboral. Cada niño merece una infancia plena, con acceso a la educación y la oportunidad de desarrollar su potencial al máximo. Esta es una verdad ineludible que debemos enfrentar y resolver juntos.
La lucha contra el trabajo infantil requiere de nuestro compromiso colectivo. Las políticas públicas deben ser fortalecidas, los programas de apoyo a las familias vulnerables deben ser priorizados, y cada uno de nosotros debe asumir un rol activo en esta causa. Debemos crear un entorno seguro y educativo para nuestros niños, un entorno que les permita soñar y alcanzar sus metas sin las cadenas del trabajo infantil.
Al privar a los niños de su derecho a la educación y a una infancia segura, limitamos sus oportunidades futuras y, por ende, perpetuamos un ciclo de pobreza que afecta a nuestras comunidades en su totalidad. Es crucial que actuemos con determinación y compromiso para erradicar esta práctica inhumana y construir un futuro mejor para todos.
Invito a cada ciudadano, a cada empresa y a cada organización a unirse a esta causa. Reflexionemos sobre el impacto del trabajo infantil y actuemos para proteger a nuestros niños. Juntos, podemos asegurar que todos los niños disfruten de una infancia libre de explotación y llena de oportunidades para un futuro brillante.
En este Día Internacional contra el Trabajo Infantil, hago un llamado urgente y profundo a toda nuestra comunidad y a nuestras autoridades. Reflexionemos sobre el devastador impacto que el trabajo infantil tiene en nuestros niños y en el futuro de nuestra sociedad.
No podemos permitir que sean víctimas de la explotación laboral. Cada niño merece una infancia plena, con acceso a la educación y la oportunidad de desarrollar su potencial al máximo. Esta es una verdad ineludible que debemos enfrentar y resolver juntos.
La lucha contra el trabajo infantil requiere de nuestro compromiso colectivo. Las políticas públicas deben ser fortalecidas, los programas de apoyo a las familias vulnerables deben ser priorizados, y cada uno de nosotros debe asumir un rol activo en esta causa. Debemos crear un entorno seguro y educativo para nuestros niños, un entorno que les permita soñar y alcanzar sus metas sin las cadenas del trabajo infantil.
Al privar a los niños de su derecho a la educación y a una infancia segura, limitamos sus oportunidades futuras y, por ende, perpetuamos un ciclo de pobreza que afecta a nuestras comunidades en su totalidad. Es crucial que actuemos con determinación y compromiso para erradicar esta práctica inhumana y construir un futuro mejor para todos.
Invito a cada ciudadano, a cada empresa y a cada organización a unirse a esta causa. Reflexionemos sobre el impacto del trabajo infantil y actuemos para proteger a nuestros niños. Juntos, podemos asegurar que todos los niños disfruten de una infancia libre de explotación y llena de oportunidades para un futuro brillante.
Eraleisy Vásquez
Directora de la Oficina Senatorial Monseñor Nouel y Presidenta del Voluntariado del Hospital Marchena de Bonao
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