Terminar una relación sentimental, hoy día pareciera ser como un sentencia de muerte para las mujeres, en especial para las dominicanas.
Y es que, en lo que va del presente mes de junio, en República Dominicana se han registrado al menos cinco casos de feminicidios, llenando de dolor y luto a los familiares de las víctimas y a la sociedad en general.
Esta problemática, a juicio de la doctorado en Antropología Social, Tahira Vargas García, radica fundamentalmente en la cultura patriarcal que por años ha predominado en la sociedad, como en las familias.
«Con respeto a los factores causales del feminicidio, los estudios que se han realizado apuntan a indicar que el problema fundamental está en la cultura patriarcal. Tenemos una sociedad, donde los hombres, primero, se educan de forma violenta, se socializan de forma violenta y entienden que la lógica de la violencia es parte de la masculinidad», dijo Vargas García a periodistas del Periódico Hoy.
«Ese machismo va creando al hombre bajo la visión de que resolver los conflictos tiene solo una vía, la violencia verbal, física o sicológica. Además, una sociedad donde la familias tienen una práctica de crianzas basadas en la violencia, le demuestran a la población desde la infancia que el que ama pega, el que ama maltrata o castiga, y ese castigo es el uso de la violencia física», agregó.
Por otro lado, afirmó Vargas García, se establecen unas relaciones de parejas basadas en el control excesivo y la posesión, donde el hombre no acepta la ruptura, y entiende que la misma no es parte de la relación y que no debe significar el alejamiento de su expareja.
«El hombre sigue acosando a su expareja pensando que siempre va a tener la puerta abierta para la relación, y eso genera mucha violencia de parte de él, y por eso la mayoría de los feminicidios son de exparejas», señaló la también investigadora en estudios etnográficos y cualitativos.
Entretanto, la psicóloga y terapia familiar y de pareja, Soraya Lara Caba, explica que los feminicidios son actos de violencia extrema, que no necesariamente se convierten en un riesgo, sino que dependerán de las características de cada agresor. «No todos tienen tendencias criminales».
«La violencia no ocurre de manera aislada, sino que se interrelaciona de forma estructural, normalizada por la cultura, las instituciones y el sistema de creencias imperante. En la intimidad, la mujer ha estado sometida a otras formas de violencia como la física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, acciones degradantes y torturas que causan daño físico y psicológico», detalló.
Los factores de riesgo
Soraya Lara Caba añadió que los factores de riesgo para que una mujer sea asesinada por su expareja, dependerá de la peligrosidad del agresor.
Además, de la dependencia emocional, extrema dominancia, celos con manifestaciones obsesivas, historial de violencia con la pareja, conductas de control y acecho persistente.
«Violencia cronificada con escalada, grado de severidad, violencia física o amenazas (uso de armas, instrumentos, crueldades), violencia psíquica, violencia por abandono/deprivación, cese de la relación o amenazas de abandono, nueva relación de la pareja de la víctima», indicó la psicóloga.
Prevención
La antropóloga social, Tahira Vargas García, manifestó que para combatir los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, se deben implementar campañas de prevención contra la violencia machista, y que apunten a la equidad de género.
«En las escuelas no se está trabajando en la prevención de la violencia de género con la población masculina, un cambio de la masculinidad, de las relaciones de género en una perspectiva de equidad de género, no lo tenemos en el currículo educativo, no tenemos campañas que apunten a la equidad de género, a relaciones igualitarias entre hombres y mujeres y que desmonten el machismo. No estamos atacando el machismo y cada vez se pone peor y nos abruma como sociedad», sostuvo.
«No es un problema de mejorar el matrimonio, sino de relaciones de poder desiguales, que están sostenidas en una cultura patriarcal y que tenemos que desmontarla», enfatizó Tahira Vargas García.
Destacó que cada vez que una fémina es ultimada por su cónyuge o excónyuge, quedan muchos niños y niñas en condiciones de orfandad.
«No nos damos cuenta que detrás de cada mujer que matan, hay una población infantil y de adolescentes que sufre», declaró la especialista.
¿Qué hace el Gobierno para erradicar la violencia contra las mujeres?
De su lado, el presidente Luis Abinader reconoció ayer lunes que el tema de los feminicidios es complejo, al tiempo de indicar que las causas de esta problemática van más allá de la acción de un gobierno.
«Hemos hecho una gran cantidad de acciones, tanto en la Policía como también el Ministerio de la Mujer, ahora, las causas de esos feminicidios van más allá de la acción de un gobierno, y es un tema con lo cual todos los gobiernos estamos luchando», expresó el mandatario durante el encuentro Semanal con la Prensa.
«Es un tema sumamente complejo. Tampoco nos debe satisfacer el porcentaje de feminicidios, aunque sea menor que en otros años. Lo que sucede es que a veces ocurre uno detrás de otro, pero cuando lo comparamos con otros años, es menor. Sin embargo, esto no es una satisfacción, por lo que estamos haciendo muchas acciones y seguiremos haciendo lo que haya que implementar para evitar este grave flagelo, donde todos son víctimas», añadió Abinader.
Las víctimas más recientes
Los feminicidios más recientes ocurrieron por separados la noche del domingo, en el sector Villas Agrícolas y en un residencial de la Avenida Monumental.
Una de las víctimas fue identificada como la sargento del Ejército Dominicano, Raisa Guzmán, quien falleció como consecuencia de múltiples heridas con un arma cortopunzante, propinadas por José Rafael García Hernández.
De acuerdo al informe preliminar de la Policía Nacional, la pareja había sostenido una fuerte discusión luego de que supuestamente Raisa, 33 años, encontrara en el celular de su agresor varios mensajes de otra mujer. «Conforme al relato del homicida, ambos se enfrentaron físicamente y él, utilizando una mocha, le ocasionó a Raisa las heridas mortales».
Luego de cometer el crimen, García Hernández procedió a ingerir una sustancia venenosa con fines de quitarse la vida y evadir su responsabilidad penal. Actualmente se encuentra bajo custodia de las autoridades.
Otro caso es el de Liann Guerrero Bobadilla, de 29, asesinada por el agente policial José Enmanuel Guzmán Pichardo, cuando llegaba a la residencia de su madre donde estaba residiendo tras separarse de su verdugo.
Familiares de la dama dijeron que el policía disparó contra su pariente, porque ella no quería volver con él, debido a las constantes presiones psicológicas. Posteriormente, el oficial se quitó la vida.
“La mató porque habían terminado, y él no quería que terminaran y me la mató. La historia que uno ve todos los días en este m*** país. Ella no quería volver con él y él la mató. Porque es obligado que las mujeres tienen que estar con los hombres”, dijo Anyine Guerrero, tía de la fallecida.
El cuerpo de Guerrero Bobadilla es velado este martes en la Funeraria Blandino de la Avenida Abraham Lincoln.
Otros hechos
Además, la pasada sema también tres mujeres perdieron la vida a mano de sus pareja y exparejas en distintos puntos del país. Estas son Isabel Pimentel, Miledys del Rosario Carrasco de los Santos y Daisy Margarita Encarnación Brea.
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