En tres semanas se han inaugurado 4 estancias. En total serán 250 estancias infantiles y, si el pueblo está de acuerdo y lo exige- se harán más en los años por venir.
En Boca Chica opera un Centro de Atención Integral a la Infancia y la Familia, el CAIF, una modalidad de cuidado a los infantes.
La abuelita Ástrid Altagracia Vásquez nos revela con sencillez la ecuación de solidaridad aquí presente: la estancia infantil libera a las madres (para que puedan trabajar o estudiar), mientras protege, cuida y atiende a los infantes.
Los padres están contentos. Las maestras y enfermeras están ilusionadas, les gusta lo que hacen y de formar parte de esta nueva muestra de solidaridad del gobierno.
Un hijo en la estancia infantil significa para una familia empobrecida un aumento real en sus ingresos, porque la madre se evita tener que pagar a una vecina para que le cuide a su chiquitín o chiquitina, pero tampoco tiene que gastar en desayuno, merienda y almuerzo.
Calcule usted y comprobará que son miles de pesos. Y la calidad del cuidado y del aprendizaje.
Además, si tomamos en cuenta de que, tan pronto salga de la estancia pasa a una escuela pública con tanda extendida hasta el último año de bachillerato, la conclusión será que los niños y niñas de la República Dominicana tienen garantizada una atención, una formación y una educación integral de doce años.
No importa que sean pobres sus padres, vivan en el campo o en la ciudad.
Así se hace Patria. Así construimos Patria en el gobierno de Danilo Medina.
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