Al estudiar la historia me di cuenta, que desde la antigüedad cada pueblo tenía su propio Dios. Y su templo principal donde venerarlo.
El problema era cuando ese pueblo iba a la guerra y era derrotado. Los antiguos entendían que si un pueblo era derrotado por otro pueblo con otro Dios, era porque ese Dios era más poderoso.
Normalmente en esa época, los hombres sobreviviente del ejercito derrotado eran eliminados y las mujeres tomadas por los conquistadores.
El Dios original de nuestra patria, de la Isla de Quisqueya (que significa Madre de todas las tierras) su nombre es YOCAHU, los Tainos entendían era o es; el creador de todas las cosas, en sus templos la imagen con que lo representaban; era la imagen del SOL. Ante la cual se inclinaban.
Los europeos que nos invadieron trajeron al Dios JEHOVA. Y a sangre y fuego lo impusieron. Y a quienes encontraban adorando al Dios de esta tierra YOCAHU, lo quemaban vivo. Hay múltiples relatos de los cronistas.
Los Tainos regían sus vidas de acuerdo a los mandamientos de su Dios YOCAHU; No mentir, No robar, No se Vago y Respetar a los mayores.
La única ceremonia sangrienta en las comunidades Tainas o YUCATEQUE, era matar al ladrón. Porque violaban con su estilo de vida los cuatros mandamientos. Mentían, robaban, eran vagos y no respetaban los mayores.
Los Tainos sobrevivientes del Norte de la isla, se mezclaron con los trescientos y pico de soldados que Colon había enviado y establecido en una fortaleza en Janico.
Y en el Sur, los Tainos se mezclaron con los Negros que se escapaban de la esclavitud e iban a esconderse en la Sierra del Bahoruco, para desde ahí luchar por su libertad.
La más terrible mentira, es aquella de la desaparición de la raza Taina nativa. En la isla hay tres grupos humanos’ los nativos Tainos (o Indios claros e indios oscuros)0; los Negros africanos y los blancos Europeos.
Si los Tainos desaparecieron, ¿Con que ejercito obligó el Cacique Enriquillo al Emperador Europeo Carlos V, a negociar la paz en 1533?
Lo que hoy es Haiti; al Norte, es el territorio del Cacicazgo de Marien; cuyo Cacique era Guacanagariz. Y Al Sur, el Cacicazgo de la Maguana; cuyo Cacique era el gran Caonabo. Los mulatos haitianos son los descendientes de la población de los cacicazgos tainos.
Y esa es la causa histórica de la división del pueblo haitiano; la lucha entre los mulatos y los recién llegados africanos. Que al borrarnos la verdad en la historia oficial y hacernos creer que desaparecieron perdimos el contacto con nuestros hermanos de aquel lado.
Pero el asunto del Dios es lo trascendente. Los que trajeron a Jehova, llegaron matando y robando. Los hijos de YOCAHU, vivían en paz y armonía y fueron derrotados por la superioridad de las armas de los invasores más las enfermedades que trajeron.
La pregunta es; debemos honrar a Dios, con el nombre que daban nuestros ancestros o con el nombre que nos impusieron los conquistadores. Sobre todo cuando sabemos que el creador de todas las cosas es uno solo, al cual cada pueblo por alguna razón, le dio un nombre en particular.
Sobre todo cuando los mandamientos de nuestro Dios YOCAHU, de; no robar, No mentir, no ser vago, y respetar a los mayores. Son los mandamientos que más valora el alma nacional.
Por desgracia, nuestra gran desgracia; es que seguimos regido por los principios de los conquistadores que eran precisamente lo contrario; Robar, Mentir, ser Vagos y no Respetar los Mayores.
Es un asunto a reflexionar. Creo vale la pena rescatar el Dios de nuestros ancestros, junto con sus principios.
Por Milton Olivo